Por Fernando Pereira
Herodes es el personaje que cuenta con el mayor rechazo, al revisar el origen de las fiestas navideñas. Las escrituras nos hablan de un monarca cruel y manipulador dispuesto a hacer lo que fuera para mantenerse en el trono. Ese afán lo llevó a ordenar el exterminio de todos los niños de su reino para eliminar a ese pequeño, que según una profecía amenazaría su poder.
Trata de manipular a unos magos que están tras la pista del Mesías utilizando los recursos de la astrología para que le avisen cuando lo encuentren. Manipula, amenaza, agrede hasta que pasa a la historia por haber ordenado una masacre digna de alguien que ha perdido la razón.
Y es que el poder, en cualquier ámbito, hace perder la razón. Se toman decisiones que sacrifica a la mayoría pensando en la continuidad. Esa realidad es tan humana que no hay siglos que puedan acabar con ella.
Herodes en el 2021
Los nuevos Herodes no solo usan armas, también se valen de la privación de medicinas y programas para que los niños no reciban la atención que requieren, poniendo en riesgo su vida, su integridad física, psicológica, excluyéndolos y haciéndolos más vulnerables a la discriminación y violencia.
3.738 niños, niñas y adolescentes murieron violentamente entre 2017 y 2019.
26 niños menores de 12 años murieron por la acción policial entre 2017 y 2019.
28 fueron víctimas del suicidio entre enero y agosto de 2021. Cifra que ha ido aumentando durante la pandemia.
33 niños y adolescentes del servicio de Nefrología del Hospital JM de los Ríos murieron esperando el anhelado trasplante entre mayo 2019 y el 31 de agosto de 2021. 16 de ellos fallecieron en el 2021.
3.798 casos de desnutrición aguda moderada y severa en niños y niñas menores de cinco años en 23 estados entre junio y julio 2021, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha).
12% de la población de menores de 5 años sufrió desnutrición aguda durante 2020, según Cáritas de Venezuela.
1,2 millones de estudiantes y 166.000 profesores han desertado en los últimos tres años, bien sea por temas migratorios o por carencias en el hogar, según el Centro de Innovación Educativa de la UCAB.
716.988 niños, niñas y adolescentes viven con trastornos mentales en nuestro país, lo que nos ubica en el sexto lugar de la región con mayor población afectada, según Unicef. Aclara el organismo que las cifras recogen casos de depresión, ansiedad, trastorno bipolar, espectro autista, esquizofrenia, déficit de atención, trastornos de personalidad, entre otros.
830 mil niños, niñas y adolescentes fueron “dejados atrás” por sus progenitores que migraron. Sus hijos deben crecer con una orfandad emocional y en muchos casos, más expuestos y desprotegidos.
En 2021 la emergencia humanitaria compleja y el covid han hecho “una llave” para aumentar el sufrimiento de muchos niños y niñas, quienes llevan el mayor peso de la crisis que se traduce en limitaciones, alteraciones en su estado de ánimo, generándoles tristeza, ansiedad, depresión y ser víctimas de maltrato y abuso sexual.
Los Herodes del siglo XXI se expresan a través de armas o de presupuestos que se orientan a la seguridad y lo que rinde mayores réditos políticos y no se le da prioridad a la atención y protección de la población que más lo requiere.
En el 2022 pidamos al Niño Dios que proteja de los nuevos Herodes a los miles de niñas y niños venezolanos que así lo requieren. Pedimos igualmente a María y José por las madres y padres que luchan por la salud, educación y protección de sus hijos; y a los Reyes Magos del Siglo XXI para que permanezca el apoyo de personas y organizaciones tan fundamental para enfrentar las condiciones adversas que ha impuesto la pandemia.
Comentarios recientes