Fuente original: Radio Fe y Alegría. – Alba Carosio, coordinadora del área de posgrado de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela (UCV), afirmó que el país requiere con urgencia políticas públicas que apoyen a las personas cuidadoras tanto mientras ejercen esta labor como una vez que culmina.
En entrevista con el programa Háblame Bajito de Radio Fe y Alegría Noticias, la académica estimó que un 90 % de los cuidadores son mujeres, quienes enfrentan esta labor sin formación, acompañamiento emocional ni económico por parte del Estado.
Además, precisó que muchas cuidadoras se ven obligadas a abandonar su empleo remunerado, lo que las deja sin ingresos y reduce su capacidad para cubrir sus propias necesidades básicas.
“Tienen trabajo físico y mental, presión económica, angustia y, en medio de todas esas circunstancias, tienen que mostrarse fuertes y tratar de alegrar a las personas que están cuidando”, expresó.
Una labor que desgasta física y emocionalmente
Carosio detalló que los cuidados pueden requerir hasta 24 horas continuas, lo que genera un profundo agotamiento físico y emocional. “La persona que cuida tiene una gran preocupación por el bienestar del otro”, subrayó.
Indicó que muchas madres de niños con enfermedades crónicas aprenden sobre la marcha, porque al pasar días completos en el hospital reciben orientación de médicos y enfermeras.
En este sentido, sostuvo que la sociedad también debe involucrarse, brindando formación, comprensión, así como acompañamiento emocional y económico para aliviar la carga de quienes cuidan.
Costos elevados y secuelas profundas
La especialista explicó que contratar a un auxiliar para ocho horas puede costar hasta 500 dólares, una cifra inalcanzable para la mayoría.
Los pañales para adultos o niños superan los 20 dólares por un paquete de 30 unidades, mientras que la matrícula en escuelas especiales está entre 400 y 600 dólares mensuales.
Cuando la persona dependiente fallece, la situación tampoco termina allí, ya que las cuidadoras quedan “como alguien que pasó la guerra”, dijo, y requieren descanso físico, una buena alimentación y apoyo psicológico para procesar el desgaste de años de atención continua.
Agregó que en Venezuela hay muy pocos especialistas dedicados a apoyarlas, ya que aunque organizaciones como Prepara Familia ofrecen talleres y asistencia, su alcance es limitado.
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