El país sigue su curso incierto marcado por la energía empeñada en la sobrevivencia en la gestión de la emergencia humanitaria compleja; mientras miles de vidas viven su presente con más dolor.
El abuso sexual en el ámbito familiar es la primera causa de denuncia en los Consejos de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (órganos establecidos por la LOPNNA en cada municipio) y de atención en Profam. En 2018 se notó un incremento preponderante de situaciones donde los padres eran los victimarios. Así mismo, se notó un incremento importante en casos de explotación sexual, donde los victimarios eran madre y padre de niñas y adolescentes femeninas. Justificando la utilización de los sus hijas como un objeto de intercambio obligados por la situación de carencias materiales y limitaciones para garantizar la alimentación del núcleo familiar.
Este drama se vive en miles de hogares, el lugar que debería ser más seguro para los niños, se transforma en un espacio para sufrir y ser agredida por la persona que amas. Por supuesto que también se abusa sexualmente de los niños; pero es mucho mayor la cantidad de niñas respondiendo a patrones culturales.
Mientras esto ocurre el Sistema de Protección del Niño, Niña y Adolescente se encuentra en un cierre técnico según lo declaró Cecodap tras una investigación en 2018. No hay recursos para realizar campañas, fortalecer y hacer efectiva la denuncia, el personal no está capacitado, las sedes de los consejos no son adecuadas para que las familias planteen estos casos, no hay profesionales que atiendan a los niños y familias, no se cuenta con programas de apoyo social.
Con cara de mujer adolescente
AVESA señala que en cuanto al índice de embarazos adolescentes, principal indicador que denota la vulneración del derecho a la educación integral de la sexualidad, el último dato oficial data del año 2011, cuando el INE reportó que el 24% de los nacidos vivos registrados eran de madres menores de 19 años (MPPS, 2013). En función a este vacío de información, la coalición Equivalencias en Acción, realizó una investigación en tres instituciones hospitalarias durante el período agosto a diciembre del 2018. De las 6.849 parturientas contabilizadas en todo el período para los 3 establecimientos –Maternidad del Sur, Maternidad Concepción Palacios y Hospital Victorino Santaella-, 1.826 fueron adolescentes menores de 19 años, lo cual equivale al 27% de todos los partos.
Estos resultados sugieren que las cifras de embarazos en adolescentes no han disminuido.
No son problemas recientes; pero que se incrementan día a día con el ritmo de la inercia ante la falta de respuesta. En la educación está una de las constataciones más fehacientes. Pese a la existencia de un marco normativo de protección a niños, niñas y adolescentes garantizado en la LOPNNA; por ejemplo, los derechos sexuales y reproductivos y la vida libre de violencia, particularmente sexual, no se garantizan efectivamente. En Venezuela no existe un programa unificado y específico en materia de educación sexual en el currículo educativo y los contenidos vinculados a éste aparecen dispersos en los diferentes programas para cada grado escolar.
Tampoco se conocen programas de capacitación a docentes, no se identifican campañas realizadas desde el Ministerio del Poder Popular para la Educación ni aparecen líneas presupuestarias específicas para educación integral en sexualidad en el presupuesto de este ministerio.
La prioridad no es la vida
Miles de vidas afectadas no son una prioridad; porque el no hacer lo que se tiene que hacer es una respuesta política. Quedan los anuncios para un Día de la Mujer o anunciar que se suscribirá una declaración internacional al respecto.
Otro elemento medular tiene que ver con los métodos anticonceptivos. De acuerdo con datos obtenidos por la Coalición Equivalencias en Acción (Equivalencias en Acción, 2019a) el índice de escasez de anticonceptivos en farmacias osciló entre 83,3% – 91,7% entre agosto y diciembre del 2018 en cinco ciudades consultadas (Barquisimeto, Mérida, Maracaibo, Porlamar y Área Metropolitana de Caracas) y en un sondeo sobre la dotación de métodos anticonceptivos en tres importantes hospitales del país (Maternidad Concepción Palacios- Caracas, Hospital Victorino Santaella– Los Teques y Maternidad del Sur – Valencia), se encontró que no hubo dotación de anticonceptivos orales, inyectables, parches, aros vaginales durante el mismo período (Avesa, Informe especial sobre Violencia hacia niños, niñas y adolescentes).
La violencia es doble: es por la agresión y por la falta de atención.
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