El confinamiento de millones de familias en el mundo por la cuarentena como medida de prevención contra el coronavirus (COVID-19) ha comenzado a poner en evidencia los problemas de comunicación y convivencia en el hogar. En algunos casos hasta se ha llegado a la violencia entre los miembros del núcleo familiar.
Fernando Pereira, educador y fundador de Cecodap, explicó que cualquier tipo de emergencia, bien sea por fenómenos naturales, sociales o políticos, “siempre genera un clima de incertidumbre y altera los hábitos de la familia”, lo que podría generar conflictos entre las personas que cohabitan en un mismo espacio.
Agregó que debido al confinamiento permanente “aumentan las interacciones, donde los niños y adolescentes son los más vulnerables porque tienen menos capacidad de defenderse”. Indicó que, generalmente, son los menores quienes “pagan la ansiedad, incertidumbre y estrés de los padres”, dado que en estos días se les hace más difícil conseguir sustento.
Explicó que en Venezuela no se cuenta con estadísticas que permitan contabilizar los casos reales de violencia intrafamiliar provocados por la cuarentena, como se logra en otros países donde se puede tener acceso a la denuncia. “En hogares donde la violencia ya está preesxistente, la cuarentena aumenta el factor de riesgo”.
El educador instó a los padres a tomar consciencia de la situación y actuar maduramente. “No se trata de un momento fácil, hay muchos factores que nos llevan a predisponernos a una respuesta o altera nuestro estado de ánimo. Debemos comunicarnos con la familia, también se pueden hacer llamadas telefónicas con otros miembros fuera de casa o con amigos y compañeros de trabajo, para drenar las emociones”.
Insistió en la importancia de establecer acuerdos de convivencia y mantener las rutinas. “Es importante que los muchachos se mantengan ocupados, por eso es bueno que se mantengan las rutinas con horarios de estudio, comida y recreación; reducir el tiempo de ocio para que evitar las peleas entre hermanos y definir tiempos y espacios para las responsabilidades de los mayores”.
Sin embargo, Pereira alertó el peligro que podría ocasionar que los jóvenes se sientan sobreexigidos. “Hay padres que le ponen una carga mayor al estudio, además de la que mandan desde la escuela. Hay quienes incluso obligan a sus hijos a uniformarse, eso en ocasiones aumenta la posibilidad del castigo físico o la humillación. Esto se debe evitar, la mejor recomendación es mantener siempre una buena comunicación y así se evita pasar a la agresión física. Los padres tienen que hacer un esfuerzo de autocontrol y actuar con la misma madurez que les exigen a sus hijos”.
Reiteró en el valor de la comunicación como defensa ante situaciones hostiles dentro de la familia. “Ante una mala respuesta, debemos retirarnos y no reaccionar. Cuando nos calmemos debemos hablar con los jóvenes y explicarles lo que sucede. Pero si en la familia están acostumbrados a resolver los problemas con gritos o golpes, la cuarentena será un momento para que todo eso se multiplique exponencialmente. Va a requerir de nuestra parte para que la casa no se convierta en una cárcel y prevalezca la ley del más fuerte”.
Pereira informó que desde Cecodap están ofreciendo un servicio de atención y consulta virtual completamente gratuito. En un post en su cuenta en Instagram, se puede leer “Queremos escucharte y ayudarte. Si tienes alguna inquietud, algún conflicto en casa que te angustie o si sientes que la cuarentena por la COVID-19 está afectando el ánimo de tus hijos ¡AQUÍ ESTAMOS! Nuestro equipo de trabajo del #SAPCecodap estará atento a las solicitudes”.
Los contactos de Servicio de Atención Psicológica (SAP) de Cecodap son, vía mensajería de texto (solo SMS) 0424.180.40.02. A través de la mensajería instantánea (solo WhatsApp) 0424.284.23.59 o a través del correo electrónico [email protected].
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