La migración forzada de Venezuela a Colombia mantiene a más de 258.000 niños, niñas y adolescentes en un limbo por su condición de indocumentados. Son migrantes que deambulan en suelo colombiano sin papeles producto de la burocracia, la corrupción, la indolencia institucional y la desinformación en ambos países. En un recorrido por Arauca, Norte de Santander, Bogotá y Caracas, el especial El rastro de los hijos migrantes revela cómo se vulneran sus derechos fundamentales. Este proyecto colaborativo en el que nos aliamos con El Pitazo y La Liga Contra El Silencio de Colombia, ofrece una mirada humana y en profundidad que visibiliza, a través de crónicas y reportajes, la dramática situación que viven los menores migrantes de Venezuela.

Estas son las historias que conforman el especial multimedia hijosmigrantes.com : 

Arauca, ribera al acecho es una crónica de Rafael Sulbarán y fotografías de Cindy Cartoni, en la que relata como más de 30 familias venezolanas viven en la orilla del río Arauca, afluente que comparte casi 300 kilómetros de frontera entre Colombia y Venezuela. Allí, niños y jóvenes indocumentados sobreviven al acecho de la explotación sexual y del reclutamiento de los grupos armados.

 En Nómadas y sin papeles, María Fernanda Rodríguez y el fotógrafo Lucas Molet, en un trabajo de reportería en la región de Norte de Santander, en Colombia, narran la vida nómada de cientos de migrantes que cruzan fronteras por caminos irregulares. Muchos son menores de edad sin documentos de identidad, condición que los expone a mayores riesgos. 

El limbo de una familia rota, un trabajo a cuatro manos entre Liza López y Ginna Morelo y con fotografías de Cristian Hernández, es el retrato de una de esas tantas familias fracturadas por el éxodo venezolano: mamá y papá se fueron indocumentados a Bogotá, Colombia y sus cuatro hijos pequeños quedaron —también sin papeles— con los abuelos en un barrio de Caracas. 

Errantes en contexto, escrito por Jonathan Gutiérrez, es un reportaje de investigación que revela la dimensión de la migración masiva de venezolanos y evidencia su impacto entre los menores de edad: 1 de cada 5 migrantes es un niño, niña o adolescente. Colombia es el principal destino: 450 mil chicos han migrado a este país suramericano y más de 258.000 permanecen en situación irregular. 

Con la premisa de innovar en la difusión de la investigación, Santiago de la Fuente y Mikel Maury, miembros de Anakena -agrupación musical de indie pop y ganadores del Festival Nuevas Bandas 2018- se unieron al equipo periodístico de este proyecto y compusieron una canción especial: Erranteque plasma en poesía y acordes el sentimiento de las historias del especial. 

El rastro de los hijos migrantes es una propuesta de periodismo transmedia cuyo diseño de la información y multimedia fue desarrollado por Daniela Dávila y la agencia Luda, quienes además realizaron un video animado con la música de Anakena como pieza audiovisual del proyecto.

Este especial multimedia hijosmigrantes.com es producto de la beca para Proyectos de Investigación Transnacional otorgada por Instituto Prensa y Sociedad en 2019.


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