Por Yohana Marra | @yohanamarraCaracas
Los delincuentes han aprovechado la cuarentena. Y no precisamente para evitar contagiarse de COVID-19, sino para hurtar en escuelas y universidades. Tal y como hacen en las épocas de vacaciones se han encargado de desvalijar los centros educativos.La madrugada del martes 28 de abril entraron a la Escuela Virginia de Ruiz II, en La Silsa, Catia.
Los delincuentes violentaron la cerca de la entrada principal, forzaron la cerradura de la Dirección y robaron el material que donó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef): cartulinas, lápices, resmas de hojas. También cargaron con un hidroyet.Annunziata Maiese, directora de la escuela que pertenece a Fe y Alegría, dijo que resguardó en su casa algunos equipos como las canaimas, una laptop, dos CPU, un monitor y un proyector, para evitar que los roben más adelante. La coordinadora guardó otra parte.El pasado 13 de marzo, el gobierno de Nicolás Maduro decretó estado de alarma luego de confirmarse los dos primeros casos de COVID-19 en el país. Desde el 17 de marzo Venezuela entró en cuarentena y bajo estas medidas se han confirmado 333 contagios y 10 fallecidos, hasta el martes 30 de abril.Desde entonces el calendario escolar se ha tratado de cumplir online, aunque en algunas zonas no haya internet o se vaya la luz. Aristóbulo Istúriz, ministro de Educación de Nicolás Maduro, confirmó que el año escolar terminaría desde casa, el 7 de abril.Hace 15 días se presume que iban a hurtar en esta escuela, pero los vecinos de La Silsa se dieron cuenta y avisaron a la directiva.
Vieron a unos hombres que entraron, pero no lograron violentar alguna cerradura. Para prever que dejen a los niños sin materiales para sus estudios al regresar para el nuevo período escolar, Maiese también se llevó todas las llaves de la escuela.“Estos materiales son parte del desarrollo y del proceso educativo de los estudiantes. Los maestros requerimos de los equipos para que sea más efectiva. Nos da mucha tristeza que pasen estas cosas, porque destruyen las actividades que hacen los niños”.La escuela cuenta con dos vigilantes, cada uno para un turno, sin embargo, ellos también corren peligro. El 25 de enero de 2016 fue asesinado el vigilante Jóvito Mejías durante un robo. Lo golpearon y degollaron.En la Escuela Pampero de Fe y Alegría hurtaron dos veces durante la Semana Santa. El viernes 10 de abril ocurrió el primer incidente. El vigilante de la institución, ubicada en Ocumare del Tuy, estado Miranda, encontró la secretaría y la dirección violentadas. Los delincuentes se llevaron aproximadamente seis canaimas, una laptop, un video beam y materiales como cuadernos, hojas blancas y bolígrafos.
Y aunque le pusieron puntos de soldadura a las puertas, el 12 de abril, Domingo de Resurrección, los delincuentes volvieron a entrar. Terminaron de llevarse útiles escolares y materiales de oficina.
“Robaron hasta unos jabones que nos había donado Unicef, para el lavado de las manos de los niños”, contó María Hidalgo, directora de zona del estado Miranda de las escuelas Fe y Alegría.
Después de estos robos el personal docente resguardó en sus casas los pocos equipos que quedaron, como los utensilios de cocina y las bombonas de gas, para garantizar que cuando los niños vuelvan a clases tengan sus materiales. No tienen cómo reponerlos más adelante.“A la escuela lo que le quedaba era el video beam, por ahí les poníamos películas a los niños y lo utilizábamos para las clases. Las canaimas les servían a muchos niños y ya no se están dando, con esta situación país no podremos recuperar las cosas inmediatamente”.Pero Hidalgo dijo que los hurtos no detendrán el gran trabajo que ha hecho el personal docente durante la cuarentena por la pandemia de COVID-19 y recibieron 300 portafolios con las tareas de todos los alumnos, con los debidos cuidados sanitarios, que almacenaron hasta el jueves 30 de abril para su corrección.
Este plantel frecuentemente es víctima del hampa, sobre todo en temporada de vacaciones. En 2017 hurtaron dos veces, en esa ocasión también se llevaron canaimitas y el cableado de las oficinas y el salón de primer grado. Luego de una donación se repuso el cableado, que fue robado nuevamente en diciembre de ese año.También en la zona de Pampero, en Ocumare del Tuy, hurtaron en el Colegio San Antonio del Tuy y en el núcleo de la Universidad Nacional Experimental Abierta (Unefa), de donde se llevaron dos computadoras. Incluso la noche del lunes 27 de abril, ocho hombres ingresaron por la parte del baño, pero no lograron llevarse nada porque funcionarios apoyaron la denuncia de los vecinos.
La universidad es custodiada por funcionarios de la Milicia, sin embargo, no cuentan con ningún arma de defensa y los delincuentes ingresaron con cuchillos, según una fuente de la Unefa. En septiembre de 2018 Nicolás Maduro informó que 50.000 milicianos estarían a cargo de la seguridad interna de las escuelas y liceos.En el Colegio Nuestra Señora de Coromoto, en el sector Guaramacal de Los Teques, los vigilantes evitaron un hurto. Se dieron cuenta de que los tanques del agua ya no tenían las tuberías y sospecharon que la próxima visita de los delincuentes sería para llevárselos. Por eso también tomaron las medidas de guardarlos en casa de representantes y personal docente, hasta que inicie el nuevo período escolar.Hurtos en locales y colegios de El Paraíso y MontalbánUna semana antes de que el país entrara en cuarentena por la pandemia del nuevo coronavirus los delincuentes ingresaron dos veces al Colegio San José de Tarbes, en la avenida Páez de El Paraíso. Y el 16 de abril entraron por tercera vez y se llevaron licuadoras, utensilios de la cocina y una lavadora.
Desde Crónica.Uno se trató de contactar a la directiva del plantel, pero no ofrecieron información. Sin embargo, representantes aseguraron que los ladrones entran por la parte de atrás y exigieron a los funcionarios de seguridad que patrullen, pues un grupo de monjas habita en el colegio y está en peligro.
Pero los delincuentes no solo han visitado el Colegio San José de Tarbes, también lo hicieron en la panadería Los Laureles, muy cerca del plantel, en la plaza Madariaga, y en una charcutería cerca de la subida de El Pinar.
“Los vecinos estamos alerta, porque rondan personas sospechosas en la tarde y en la noche”, agregó una vecina y representante del San José de Tarbes.En el liceo La Aplicación, en Montalbán III, trataron de ingresar por el comedor la madrugada del jueves 23 de abril. El equipo de Crónica.Uno trató de obtener la versión oficial a través del director, pero este se negó a declarar.Los vecinos de la urbanización Montalbán aseguraron que los delincuentes también han entrado a los edificios, suelen llevarse las baterías de los carros, pero también otros objetos que encuentren adentro.
La situación ha empeorado desde que comenzaron a formarse filas, en las madrugadas, para la bomba de gasolina de Montalbán III.El patrullaje de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) no es frecuente.Núcleos de la Universidad de Oriente desvalijadosAl Instituto Oceanográfico de Venezuela de la Universidad de Oriente (UDO), núcleo de Sucre, el hampa no le ha dado descanso. Hace 15 días los delincuentes ocasionaron un incendio que acabó con parte del archivo de toda la institución.
Mayré Jiménez, directora del instituto, explicó que los delincuentes usaron los títulos para crear antorchas, porque no había luz, ya que en robos anteriores se llevaron el transformador.
“Se quemaron muestras de proyectos, títulos y gran parte del archivo de toda la universidad. Entran grupos de 30 y 40 personas a cometer estos robos y los vigilantes no pueden hacer nada, ellos se resguardan y llaman a la policía, hacen una que otra ronda, pero no basta. Nosotros queremos conseguir gasolina para ir a resguardar lo poco que queda”, dijo.
Desde que Nicolás Maduro decretó la cuarentena nacional, el 17 de marzo, los delincuentes se han llevado cables, equipos y terminaron de cargar con estantes, pocetas, escritorios y bibliotecas que habían dejado de hurtos anteriores, como en Semana Santa que también entraron y derribaron todos los libros de la biblioteca.
En noviembre de 2019 las bandas destruyeron las instalaciones.“A las tesis les quitan la carátulas y venden las hojas reciclables, están envolviendo el maní en papel de libros. Tenemos la única biblioteca especializada en el área de marina con colecciones de libros muy valiosas y están todas en el piso”.Los investigadores han resguardado en sus viviendas lo poco que pueden y en un acta consta lo que se llevaron de la universidad temporalmente. Jiménez detalló que los destrozos son tales que no tienen puertas, las paredes tienen huecos y hasta los marcos son objeto de ataques.“Esta situación nos deprime, pero tenemos que seguir adelante, por fortuna los estudiantes habían terminado la parte de laboratorios. Ahorita tenemos al menos 20 tesis y seguimos trabajando desde casa”.
Jiménez comentó que el núcleo Monagas de la UDO también ha recibido los coletazos del hampa y el de Carúpano ha contado con la alerta de los vecinos, quienes frustran estos intentos de robo.Este miércoles 30 de abril hurtaron en el departamento de Zoología de la Universidad y el departamento de Docencia de Nematología de la Facultad de Agronomía, del campus de la UCV del estado Aragua, según información de Carmen Elisa Pecorelli, periodista de la entidad.
Fotos: Cortesía María Hidalgo, Mayré Jiménez, Carmen Elisa Pecorelli
Crónica Uno
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