Representantes de colegios privados consideran que en el primer lapso del nuevo año escolar hubo un poco más de organización para la educación a distancia, al menos respecto a marzo pasado cuando hubo que migrar de golpe a esta modalidad por el coronavirus. Este último trimestre sirvió, además, para ensayar experiencias de clases semipresenciales.

El vocero de la Asociación de Instituciones Educativas Privadas (Andiep), Fausto Romeo, señaló que algunos planteles afiliados a la organización realizaron progresivamente actividades de aula, atendiendo a las medidas de bioseguridad.

En el caso del centro educativo que él dirige, compartió que primero comenzó a recibir a los alumnos dos días a la semana por grupos. Sin embargo, con la aplicación de la flexibilización ampliada de la cuarentena en el país, elevó a cuatro los días en que están recibiendo a los estudiantes en las aulas.

Los niños, dijo, han cumplido con las instrucciones sobre el uso de las mascarillas. Aunque garantizan un tiempo de recreo o esparcimiento, describió que prevén algunas restricciones y “no se puede estar corriendo por todos lados”.

Romeo consideró que en la etapa de preescolar y primaria es cuando los niños requieren mayor socialización. Esta es una de las razones por las que afirmó que aunque “la educación a distancia llegó para quedarse”, cree que es necesario poco a poco volver a algún grado de presencialidad.

Opinó que nunca se podrá sustituir del todo la interacción y dinámica atención pedagógica que ofrece un maestro en el aula de clase.

Inversión y obstáculos

El representante de Andiep en Caracas insistió en que la educación a distancia había que conocerla. Planteó que desde marzo muchos colegios han hecho esfuerzos para invertir en materiales y equipos tecnológicos, así como en instalar o mejorar sus servicios de conexión a Internet.

Aun así, consideró que aún hace falta mucho camino por recorrer para que se logre una democratización del servicio y una mejor conectividad en general.

Romeo rememoró todas aquellos discursos en los que el gobernante Nicolás Maduro a medido a entes como la Cantv o la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) ampliar el acceso a Internet, sin que se hayan observado mejoras significativas.

Más consciencia y planificación

Algunos colegios de la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec) también se aventuraron a ensayar las actividades en las aulas de clase, pero por grupos reducidos y en distintos turnos.

El Acompañante Nacional Pedagógico de la organización, Deivis Torres, señaló que la recomendación que hicieron fue que en los encuentros, los maestros den prioridad a escuchar a los niños y priorizar el vínculo psicoafectivo.

El educador explicó que en este último trimestre lograron consolidar varias estrategias y aproximaciones que comenzaron a pensar cuando llegó la pandemia al país.

Expuso que han hecho énfasis en la formación de los docentes. Resaltó que los educadores ahora son más conscientes de que deben generar explicaciones no solo para los alumnos sino también para sus padres o representantes ya que, más que nunca el proceso formativo involucra a las familias.

Indicó que sugirieron a los planteles poner foco en una “planificación de acuerdo al contexto”. En este sentido, señaló que buscan articular los lineamientos que ofrece el Ministerio de Educación con las necesidades que tiene cada centro educativo.

Para ello, plantearon a los colegios de la Avec realizar un diagnóstico e identificar tres tipos de población estudiantil: quienes tienen disponibilidad de equipos y conexión a Internet; a los que tienen equipos pero cuentan con conectividad intermitente; y aquellos que no cuentan con equipos ni con conexión en sus hogares.

La información, señaló el vocero, permite planificar actividades diferenciadas.

Describió que esto significa que habrá niños a los que se les puedan enviar materiales por correo o WhatsApp, otros que van a poder descargar contenidos a una determinada hora del día o requieren conectarse en casa familiares, pero también hay quienes están más limitados y requerirían que los padres busquen y lleven las asignaciones al plantel.

Oportunidad de innovar

Torres coincidió con Romeo sobre que la educación a distancia llegó para quedarse. Dijo que en la actualidad las llamadas Tecnologías de Información y Comunicaciones (TICs) se convirtieron en un eje trasversal de todos los contenidos educativos y no solo en un objetivo específico de ciertas actividades.

El especialista manifestó que este salto a la educación a distancia “que llegó para quedarse” es una oportunidad de innovar.

Confesó, sin embargo, que aún hay muchos retos que enfrentar como que el docente ejercite su capacidad de transformar la enseñanza, más que intentar trasladar el modelo tradicional a la virtualidad.

Además,  reflexionó sobre otro gran desafío: cómo medir el rendimiento. ¿Realmente los niños están aprendiendo?, se preguntó y dijo que es necesario afinar procesos evaluativos concretos específicos, factibles y viables que permitan resolver esa interrogante.

Fuente original: Efecto Cocuyo

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