Padres de los menores afectados divulgaron a través de las redes sociales que desde hace más de un mes los niños inscritos en el programa “Equal Place” no reciben sus clases virtuales
Más de mil 500 niños migrantes venezolanos que viven en Trinidad y Tobago se ven afectados por la suspensión del programa «Equal Place», puesto en marcha en 2019 para brindar educación a menores de entre 5 y 17 años.
Padres de los menores afectados divulgaron este martes a través de las redes sociales que desde hace más de un mes los niños inscritos en el programa «Equal Place» no reciben sus clases virtuales.
Los padres y tutores preocupados por la situación indicaron que los maestros habían dicho inicialmente que los niños permanecerían de vacaciones por un corto periodo de tiempo, pero que una reciente comunicación de las autoridades les informó que el programa había sido suspendido.
«Equal Place» es un plan educativo temporal dirigido a solicitantes de asilo, refugiados y otros niños elegibles (de cinco a 17 años) que necesitan apoyo para acceder a la educación acreditada por el Gobierno de Trinidad y Tobago.
Sin acceso a educación
El programa comenzó principalmente a través de internet en septiembre de 2019, con oportunidades de apoyo presencial, una iniciativa conjunta de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Living Water Community (LWC) y la ONG Venezuela Solidarity Network.
María Rodríguez, madre de uno de los menores venezolanos que se beneficiaba del plan, mostró a través de la red social de Facebook su preocupación porque desaparezca «Equal Place», como recordó el único programa educativo gratuito al que su hijo podía asistir.
Rodríguez es madre de un niño de 10 años que llevaba 24 meses asistiendo a clases virtuales con la esperanza de poder ingresar al sistema de educación público.
Los promotores de ‘Equal Place’ siempre nos han dicho que el objetivo del programa es que nuestros niños aprendan a hablar inglés para que puedan ser aceptados en las escuelas locales, dijo.
Desde que comenzó «Equal Place», ACNUR, con el apoyo de la Iglesia Católica, ha realizado esfuerzos para que los niños migrantes venezolanos ingresen al sistema educativo local.
Sin ingreso a los colegios
Si se interrumpe Equal Place, qué pasará con nuestros hijos se preguntó en esa red social el venezolano Marcelo Moreno, padre de dos hijos, de 7 y 9 años.
Lamentablemente, el Gobierno de Trinidad y Tobago no quiere aprobar el ingreso de nuestros niños a las escuelas. Nos están obligando a que nuestros hijos crezcan sin educación o, en el peor de los casos, enviarlos a Venezuela y separar a nuestras familias, denunció Moreno.
Además de los más de mil 500 niños inscritos en «Equal Place«, un número desconocido de niños refugiados que no pudieron ingresar al programa tampoco están escolarizados.
Cientos de venezolanos están regresando a su país semanalmente desde principios de 2022, según confirmó el Departamento de Aduanas de Trinidad y Tobago.
La mayoría de los venezolanos son familias con menores que no pudieron estudiar en Trinidad y Tobago.
Más de 16 mil venezolanos recibieron por primera vez un permiso del Gobierno de Trinidad y Tobago en 2019 que les permitía vivir y trabajar en el país caribeño.
Varias organizaciones locales ayudaron entonces a los venezolanos a organizar sus documentos, especialmente después de los primeros días en los que se quejaron del complejo formulario de solicitud y el temor de ser deportados.
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