Carla Serrano es una socióloga venezolana que devino en defensora de derechos humanos debido al trabajo que desempeña en el IIJ-UCAB, en donde se rodeó de profesionales en áreas jurídicas, sociales y de otra índole que permitieron enrumbar sus investigaciones a la infancia y juventud. En la actualidad, es secretaria general de la Red por los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Redhnna)


La crisis de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales que se vive en Venezuela no distingue entre grupos sociales ni filiaciones de ningún tipo, por eso todas las personas sufren en mayor o menor medidas las consecuencias de la escasez de alimentos y medicinas, de la migración de 4 millones de padres, madres, hijos, profesionales y trabajadores, e incluso por la falta de combustible.

Para la socióloga y secretaria general de la Red por los Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna), Carla Serrano, esta crisis ha dejado una estela de orfandad institucional para los más jóvenes del país.

“Pase lo que pase con un niño, niña o adolescente, no aparece nadie que se haga responsable por parte de las autoridades”, destaca la también investigadora y miembro del Instituto de Investigaciones Juridicas de la Universidad Católica Andrés Bello (IIJ-UCAB).

Con más de 12 años de trabajo ininterrumpidos con Redhnna y más de dos décadas enfocada en la investigación, estudio y documentación de la situación de los niños en el país, Serrano asegura que no hay una política pública en materia de infancia y adolescencia que permita por lo menos reducir los estragos de la crisis, sino que fueron expuestos a lo más crudo de esta situación.

“No hay una política pública en materia de niños, ellos dicen que hay papeles sobre eso, pero cuando los revisas son solo borradores que ni siquiera son ejecutados, no hay inversión en eso, nadie contabiliza los fondos que supuestamente están dedicando a eso. Si el dinero que se ha gastado de verdad fue dedicado a los niños, niñas y adolescentes ¿por qué sacamos un reportaje llamado “La generación del hambre”? ¿por qué tenemos niños con retardo en el crecimiento?”, cuestiona Serrano.

Además, lamenta que los funcionarios dedicados a materias de niños niñas y adolescentes no tengan la formación adecuada para cumplir su labor. “Es lamentable hablar con un funcionario y no tenga ni idea de qué es la doctrina de protección integral o de qué trataba originalmente la Lopnna, que ni siquiera sepa dónde está ubicado”, enfatiza.

Trabajo en equipo

Serrano subraya que Redhnna ha enfocado su acción, desde 2006 que se conformó, en convertirse en “un punto de encuentro para organizaciones, profesionales, defensores y cualquier persona interesada en defender los derechos de los niños, niñas y adolescentes”.

Redhnna se encuentra conformada por más de una docena de organizaciones de derechos humanos y de la Sociedad Civil, defensores, profesionales y personas de todas las áreas interesadas en vigilar que las autoridades garanticen la vida digna, educación, salud y todas aquellas necesidades básicas de las niñas, niños y adolescentes.

“Como Redhnna, en donde estoy desde hace 12 años, valoro mucho el “nosotros”; lograr tantas cosas juntos. En la Red la dinámica es diferente, porque la horizontalidad es evidente, todas las voces son importantes y tomadas en cuenta, por eso construimos en conjunto. Al final lo individual se diluye porque es el logro en conjunto, del equipo, y eso se nota cuando contrastas con otros espacios”, destaca la defensora.

La Red tiene su primer antecedente en la década de 1990, cuando organizaciones como el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UCAB, el Cecodap, y muchos expertos y defensores fueron llamados a construir en conjunto la Ley Orgánica para la Protección de las Niñas, Niños y Adolescentes (Lopnna, promulgada en 1998).

Sin embargo, no fue sino hasta el 2006 que oficialmente se agruparon en Redhnna, que pese a no tener personalidad jurídica han avanzado en la construcción de conocimiento, investigaciones, políticas y proyectos por los niños, niñas y adolescentes.

Serrano señala que la Red tiene como planes a ejecutar su expansión al interior del país y agrupar a otras organizaciones que tengan como eje central la infancia y juventud. “Queremos tender puentes porque la Redhnna necesita tener aliados en toda Venezuela”, apunta.

Con la dignidad humana

Carla Serrano es una socióloga egresada de la UCAB que devino en defensora de derechos humanos debido al trabajo que desempeñó en el IIJ-UCAB, en donde se rodeó de profesionales en áreas jurídicas, sociales y de otra índole que permitieron enrumbar sus investigaciones a la infancia y juventud.

“Por mi misma formación de sociólogo, nunca quise desligarme de las organizaciones de la sociedad civil y asistía a todas las reuniones y eventos que podía”, señala Serrano, quien agradece el enfoque social de la universidad, ya que fue así como se enamoró de dedicarse a los más vulnerables y por mejorar las condiciones del país.

La defensora señala que entre los retos que ha tenido que enfrentar se encuentran algunas decisiones personales, que debido a los prejuicios de las personas estas han cuestionado su empatía hacia la labor que realiza. Sin embargo, recuerda que finaliza esas incómodas conversaciones con: “para poder hablar sobre el cáncer, no es necesario ser una persona con condición oncológica”.

Pese a la rabia, tristeza y frustración que siente cuando se entera de los casos de violaciones de derechos humanos a niños y jóvenes, Serrano explica que uno de los principales retos que tienen los defensores de derechos humanos es “hacer acopio de fuerzas físicas, emocionales y espirituales”, ya que la extensión en el tiempo de la crisis en Venezuela ha generado un grado de cansancio muy fuerte.

“Hay que hacer un trabajo para mantenerse lúcido mentalmente, porque hay momentos en los que las emociones nos pueden cegar, como la rabia o la ira, y eso influye demasiado en el trabajo que se realiza”, agrega.

Además, exhorta al gremio a no ser sectarios, a formar a las nuevas generaciones y seguir trabajando por los derechos de todas las personas.

Por otra parte, lamenta la situación por la que están pasando los jóvenes en el país, porque no es su culpa y no merecen sufrir las consecuencias de una crisis anunciada desde hacía mucho tiempo.

“Duele mucho que Venezuela se esté presentando en este momento como una sociedad fracasada que no le ofrece futuro a los niños. Esta generación de niños, niñas y adolescentes no merecen la situación que les ha tocado vivir”, concluye.

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