Fernando Pereira | @cecodap | @fernanpereirav
El año 2021 inició raudo y veloz sobre la trata y explotación sexual de mujeres y adolescentes.
Vanessa Moreno de la Agencia Pana-Cecodap da cuenta de tres redes de trata que fueron descubiertas la semana pasada de acuerdo a información oficial y de medios de comunicación. Una de ellas fue desmantelada gracias a la llamada de auxilio de una adolescente a su madre. Ese fue el inicio de una investigación policial que terminó en el rescate de siete adolescentes y tres mujeres captadas por una red de trata de personas.
De acuerdo con la versión de la Fiscalía, la investigación se inició por la denuncia de una madre cuya hija se fue de casa sin avisar con otras adolescentes. Iban a ser trasladadas desde Delta Amacuro hasta Trinidad y Tobago para ser explotada sexualmente. La adolescente se había arrepentido, pero sus captores no permitían su regreso.
Con el análisis de la telefonía se logró dar con el sitio en que se encontraban las adolescentes en Tucupita, donde fueron rescatadas. Allí fueron detenidos ocho integrantes de la red. También fueron detenidas tres personas más en Lara y La Guaira.
En total encontraron a 11 personas vinculadas este grupo delictivo. Entre ellas se encuentran personas cuyo rol era el de administración de recursos, traslados y reclutamiento. Según el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) falta por aprehender a las líderes de la organización criminal que se encuentran en Trinidad y Tobago.
Redes sociales, espacio de captación
Douglas Rico, director del Cicpc, explicó que los delincuentes encontraron a sus víctimas en Facebook e Instagram. Mantenían contacto con ellas a través de Whatsapp.
Diferentes organizaciones internacionales han denunciado que los traficantesse valen de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería para acceder a sus posibles víctimas y reclutarlas para luego explotarlas sexualmente en el caso de las mujeres y las niñas.
También en Apure
El fin de semana se hizo público la existencia de una red de explotación sexual comercial en el estado Apure en la que son víctimas adolescentes desde los 14 años de edad. Dos adultos y una adolescente fueron detenidos en Apure, por su presunta vinculación con esta organización delictiva.
Sobre este procedimiento no se ha informado de forma oficial, pese a que este lunes 18 de enero el Cicpc y la Fiscalía General ofrecieron detalles sobre el delito de trata de personas.
¿Y en el Arco Minero?
La Coalición en Equivalencia que defiende los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres publicó en mayo su más reciente trabajo. Se trata del informe Mujeres al Límite 2019. En él sobresale una realidad del sur del país, en medio de un panorama de abandono del Estado: laexplotación sexual de mujeres, niñas y adolescentesen la región minera del estado Bolívar.
No se trata de casos aislados
En el 2020 se anunciaron procedimientos similares en Falcón, Maracaibo, Valencia. La trata de personas y otros delitos vinculados a la esclavitud moderna son una realidad invisible en el país. Para Carmen González Castro, directora de la Oficina Nacional contra la Delincuencia Organizada delMinisterio para Relaciones Interiores Justicia y Paz, los reportes que llegan a la prensa son menores a los que ellos manejan en la institución.
Aunque sin cifras netas, González Castro aseguró que en los últimos dos años detectaron un incremento en la trata de niños, niñas y adolescentes. Para 2017 y 2018, último balance de la oficina del Ministerio, 19% de los casos reportados a las autoridades policiales y del Ministerio Público involucraba a niños, niñas y adolescentes como víctimas.
Otro dato que reveló González Castro a Proiuris fue que en 12% de estas denuncias los padres, representantes o cuidadores legales son los responsables del delito. “Te dicen que no tienen recursos económicos para mantener a los niños”.
El 30 de mayo, en medio de un foro organizado por la asociación civil Éxodo y la Embajada Británica, González Castro reconoció que las cifras manejadas por el Ministerio son inferiores a la realidad, debido a que no todos los casos son denunciados en las instancias pertinentes.
¿Es un problema de los dos últimos años?
Los casos denunciados generan sentimientos ambivalentes. Por un lado, la preocupación por la cantidad de niñas y adolescentes que están en situación de peligro y amenaza en virtud de la cantidad de casos que se han ido conociendo; por otra parte, complace saber que las autoridades estén respondiendo a la denuncias y que puedan poner atención al fenómeno.
La inexistencia de datos en el país impide conocer cuál ha sido la evolución del fenómeno; pero ya en octubre de 2014 el Comité de los Derechos del Niño de la ONU instaba al Estado venezolano sobre la importancia de que los niños y adolescentes víctimas de trata recibieran protección, se investigara de manera proactiva los casos de explotación y abuso sexual asegurando el castigo a los responsables y la atención e indemnización a las víctimas, así como el fortalecimiento y adecuación de los servicios de medicina forense para niños, niñas y adolescentes. (Observaciones finales sobre los informes periódicos tercero a quinto combinados de la República Bolivariana de Venezuela, Ginebra).
La realidad social y económica de las familias erosionada por la emergencia humanitaria compleja a la que se sumó el impacto del Covid-19 prende las alarmas sobre los riesgos de los adolescentes desconectados de los estudios, sin expectativas inmediatas y con la necesidad de recursos para sobrevivir.
Efecto Cocuyo
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