Venezuela no es un entorno propicio para que los jóvenes trabajen. Según el estudio diagnóstico de las organizaciones Amavida y Asociación Ciudadana Contra el Sida (Accsi), 27% de los jóvenes están desempleados en el país.

Este miércoles, 12 de febrero, las organizaciones en pro de la defensa de los derechos humanos celebraron el Día de la Juventud al presentar su informe “Estudio diagnóstico sobre la situación laboral de jóvenes en condición de vulnerabilidad social en Venezuela“.

Este estudio arrojó que 19% de la población juvenil se encontraba inactiva económicamente, por encima del promedio mundial de 13% según la Organización Internacional de Trabajo (OIT). Un 8% adicional de jóvenes está temporalmente desocupado. Mientras que 56% de los jóvenes labora en el sector informal.

El sector más vulnerable es la población indígena. El trabajo informal, que no provee ningún tipo de seguridad social, afecta de manera especial a los jóvenes indígenas. La población indígena presenta una tasa de desocupación del 20,3%, de acuerdo al estudio.

Sin embargo, 47% de los jóvenes empleados dijeron que habían asumido trabajos temporales en el extranjero. Al menos 30% de estos casos tomaron la decisión de no participar en el entorno laboral nacional porque ya habían hecho alguna actividad económica fuera del país.

“Nuestros jóvenes se están yendo y regresando al país a cada momento”, dijo Renato Curullo, investigador de Accsi.

Sin embargo, tres cuartas partes de los jóvenes de la muestra no estaban determinados a emigrar, por lo cual Curullo recomienda impulsar en la población joven el emprendimiento dentro del país, que sirva de motivación para que queden “apostándole al país”.

Ni trabajan ni se forman

Otro de los resultados del estudio es que “casi la mitad” de los jóvenes desempleados no cursaba estudios ni capacitación laboral en el momento de la investigación, aunque tres cuartas partes de esta población considera que los estudios son importantes. De acuerdo con la OIT, esta población flotante o “jóvenes desconectados” son especialmente susceptibles a ser marginados laboral y socialmente, lo cual incrementa su grado de vulnerabilidad social.

Sin embargo, los jóvenes no están preocupados. En las conclusiones del informe llama la atención que el 62% de los consultados se ven neutrales o satisfechos frente al hecho de no tener trabajo en Venezuela.

Un total de 98% de los encuestados, de acuerdo al informe, se encuentran en pobreza extrema ya que, incluso los que trabajan, perciben un salario menor a 1,90 dólares o su equivalente en bolívares al día.

Para Curullo esta “dejadez”, sumada a la cantidad de jóvenes que han procurado trabajar primeramente en el exterior, significa que el salario que ofrece Venezuela no es suficientemente atractivo para los jóvenes.

Exclusión VIH – Lgbti

Además de los datos de desempleo, una de las preguntas del estudio diagnóstico era sobre la discriminación en el lugar de trabajo o estudio. El estudio determinó que 19% de las personas con VIH y 24% de las personas gay dijeron que sí o probablemente sí habían sufrido de discriminación. De este grupo, 37% está seguro de que la violencia percibida estaba relacionado con pertenecer a la comunidad Lgbti.

Aunque en Venezuela es ilegal que las empresas pregunten a sus empleados si poseen VIH, Curullo explicó que la discriminación contra las personas que viven con Sida están solapadas con la discriminación a la diversidad sexual. La mayoría de las personas con VIH entrevistadas son hombres gay.

“En Venezuela es lo mismo ser gay que tener VIH”, resaltó.

Renato Curullo aclaró que el estudio de los jóvenes es diagnóstico y no se puede proyectar como una estadística.

Lo más alarmante para las organizaciones es “ese factor de indecisión” de los jóvenes cuando se les pregunta si han sido agredidos. Quiteria Franco, activista por los derechos Lgbti en la organización Unión Afirmativa, comentó en el foro que “pareciera que los encuestados no estuvieran muy seguros de qué califica como agresión”. Esto constituye otra alarma, por lo que una de las recomendaciones de Accsi y Amavida es promover una campaña de concientización sobre la discriminación y violencia.

Emprendimiento en jóvenes

El estudio formó parte de la línea base del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de las organizaciones de la sociedad civil con trabajo en poblaciones excluidas de Venezuela” del 2018. El estudio pretende medir las condiciones iniciales de los jóvenes que formaron parte del programa de acción orientado a la formación laboral, aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad por vivir con VIH, pertenecer a la comunidad gay, ser mujeres o vivir en sectores rurales.

Además de la investigación, el proyecto incluyó la capacitación laboral y acompañamiento de estos participantes en situaciones vulnerables con financiamiento de la Unión Europea. Las organizaciones esperan hacer un estudio con nuevas preguntas sobre cómo el programa impactó en sus vidas.

Otro objetivo próximo es constituir organizaciones formales con los emprendimientos de los jóvenes del programa. No obstante, las nuevas políticas del chavismo han impedido a los jóvenes alcanzar este paso según Alberto Nieves, director de Accsi.

“Pareciera que todos los esfuerzos han resultado en una amenaza para que no se lleven a acabo los emprendimientos, afirmó Nieves.

Efecto Cocuyo

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